
Michel, un monje cluniacense,
decide embarcarse en una misión
imposible. Según las revelaciones
del ermitaño Bernardo de Turingia,
el fin del mundo se acerca y solo hay
una manera de salvar a la humani-
dad : Invocar al Espiritu del Tiempo.
Pero antes es preciso recuperar los
tres ejes sobre los que se sustenta
la Rueda del Tiempo. ¿Donde se
encuentran? Nadie lo sabe.